Espondiloartrosis osifican, espondilosis deforman, picos de loro... Todos estos nombres recibe esta enfermedad, aunque para ser exactos existen leves diferencias en su manifestación, según se trate de una u otra. Consiste en la aparición de exóstosis óseas en la parte ventral de las vértebras, como consecuencia la mayor parte de veces, de la calcificación del ligamento ventral longitudinal que recorre toda la columna en la parte central.
La imagen radiográfica es muy característica, la vértebra pierde su forma redondeada y con la separación correspondiente de la vértebra adyacente, ya sea anterior o posterior, y crea puentes de hueso para unirse a ella, los llamados picos de loro por la forma de gancho típica. Estos puentes óseos llegan a fusionarse completamente y dichos puentes una vez fusionados pueden romperse incluso.
Tengamos en cuenta que durante el proceso de osificación las puntas de hueso que se van creando producen roces en los tejidos blandos de alrededor (músculos, ligamentos etc), también pueden irritar los nervios que abandonan la médula por entre dos vértebras y todo ello causa dolor, de ahí que los animales muestren dificultades para moverse, quejidos, caminar encorvado intentando no mover la zona.
Los músculos que rodean al segmento vertebral afectado mientras se produce el proceso y hay dolor, se contraen para intentar inmovilizarlo y que los roces que producen el dolor sean los menos posibles, con lo que a la restricción en el movimiento causado por los picos de loro se suma la restricción en el movimiento producida por la contractura muscular.